La Guardia Civil durante el asedio del Alcázar

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El mayor número de defensores del Alcázar fueron miembros de la guardia civil, aproximadamente 700 guardias (algunas citas dan el número exacto de 693 guardias) que con sus respectivas familias ocuparon la vieja fortaleza y los edificios militares de alrededor. La concentración de las principales comandancias de la guardia civil en Toledo se produjo tras una operación cuidadosamente preparada por el Teniente Coronel Pedro Romero Basart antes del inicio de la guerra.


Guardias de asalto disparan contra el Alcázar en julio de 1936.
Calle Comercio/Plaza de Zocodover.

En los meses previos se enviaron dos sobres cerrados a cada responsable de las comandancias de la guardia civil en la provincia de Toledo fechados el 30 de marzo de 1936.
El primero contenía las instrucciones a seguir en caso de una gran concentración de grupos.
El segundo sobre, marcado como ''Órdenes muy reservadas''  solo debía ser abierto tras la consigna: ''SIEMPRE FIEL A SU DEBER'', en él se daban las instrucciones y los detalles de los puntos de concentración de la guardia civil. Las comandancias de los pueblos de la provincia debían reunir a sus efectivos y familias, concentrarse en los pueblos cercanos y partir juntos hacia Toledo.


"Desde Mocejón y Layos, y desde Polán y Nambroca ..., en doble fila, jalonando las carreteras
toledanas, con el pesado capote plegado sobre la espalda y el fusil en la mano, las mujeres detrás, 
en silenciosos grupos, los niños en brazos o caminando asidos unos con otros, aquella
noche iban llegando a Toledo."
La defensa del Alcázar de Toledo - José Mª Barranco Gil.


En los primeros momentos de la sublevación, el gobierno republicano sin conocer plenamente la situación ni lo que ocurría en las comandancias del país, mandó órdenes para la concentración de tropas sometida a la disciplina del gobierno. La consigna del teniente coronel Pedro Romero Basart se anticipó a estas órdenes gubernamentales, pudiendo así concentrarse prácticamente todos los efectivos en Toledo bajo el mando del coronel Moscardó, que el día 18 se encontraba en Madrid para organizar el viaje a las Olimpiadas de Berlín como director de la Escuela Central de Gimnasia el cual se canceló, regresando el coronel a Toledo esa misma tarde. Los primeros elementos de la guardia civil llegaron la misma noche del 18 de julio y a lo largo del día 19, uniéndose el día 21 las comandancias de Ocaña y Talavera.


Guardia Civil en la Plaza de Zocodover el mismo día de la liberación.

Las compañías fueron distribuidas por la ciudad para su control y la futura defensa mientras la columna de Riquelme partía desde Madrid hacia Toledo para sofocar la rebelión. Algunos guardias de asalto y miembros radicales del Frente Popular mantuvieron un tiroteo en las primeras horas de tensión contra elementos de la guardia civil en la plaza de Zocodover y la calle Nueva donde se encontraba la sede de Falange Española y Acción Popular. El día 22 el coronel Moscardó ordenó la retirada de los destacamentos del Hospital de Tavera y los puestos que la guardia civil mantenía en la ciudad. Varios grupos fueron hechos prisioneros al cortarse su vía de escape hacia el Alcázar ese día 22 (Radio y Banco de España).


Declaración del Estado de Guerra en la plaza de Zocodover.
En los soportales se pueden ver miembros de la Guardia Civil junto a los soldados que forman el retén militar.





La guardia civil tuvo un total de 57 muertos durante el asedio y 8 muertos en los meses posteriores debido a las heridas producidas en los combates. Durante las obras de reconstrucción, los cuerpos de varios miembros de la guardia civil aparecieron bajo grandes bloques de piedra que pertenecían al torreón suroeste. En 1955 aparecía el cuerpo de Victoriano Sánchez Díaz con las cartucheras puestas y su fusil. Fue el último defensor del Alcázar.  





Paseo del Miradero

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Las columnas republicanas que llegaron desde Madrid en los primeros días del asedio, tomaron el famoso paseo toledano junto con el Convento de Santa Fe, organizando rápidamente un puesto de mando. Al cruzar la calle Armas, se callejeaba con seguridad hasta la plaza de San Agustín donde en el Hotel Castilla estaba la plana mayor republicana.


Milicianos en el Convento de Santa Fé.

Por el Miradero, los milicianos entraban por Santa Fe al Museo de Santa Cruz, primera línea de los combates. Justo en frente, al otro lado de la actual calle Cervantes, los defensores se aferraban al edificio del Gobierno Militar y la Puerta de Hierro, primeros obstáculos para intentar tomar la fortaleza al asalto. 

Durante las primeras semanas, los sitiados, controlaban perfectamente el paseo y los movimientos de los milicianos desde la fachada norte y sus torreones. 


´´En la mañana todos los puestos de observación de Puerta de Hierro más próximos y los del
torreón norte advirtieron en seguida un movimiento de fuerzas y de coches en dirección al Paseo
del Miradero, convento de la Concepción y Santa Cruz. ``
La defensa del Alcázar - José Mª Barranco Gil.


´´El Miradero, zona peligrosa, por la que apenas transitaban las gentes civiles de Toledo, y que
había sido uno de los paseos más propicios para los enamorados, estaba allí ofreciéndose a la
vista de todos como si pretendiera despertar dormidas añoranzas.``
La defensa del Alcázar - José Mª Barranco Gil.



Grupos de milicianos en el Paseo del Miradero.


Escalerillas situadas al fondo del Paseo del Miradero. 

En la retirada republicana, en septiembre de 1936, muchas armas y municiones fueron arrojadas hacia el terraplén desde el paseo para evitar la captura de estas por parte de las tropas de Varela. Tras duros combates, mientras se protegía la retirada, las fuerzas republicanas abandonaron el paseo cuando las tropas africanas ya les superaban en número y el miedo a ser copados era evidente. Muchos milicianos cruzaron por los puentes de San Martín y Alcántara, alcanzando la zona este y sur del río. Otros acabaron ahogados en el Tajo o tiroteados desde las alturas de la fortaleza.


´´En el Miradero, balcón maravilloso sobre la vega del Tajo, hubo intenso combate y tiroteo, que terminó sofocado por el dominio patente de los nuestros.``
De Sevilla a Madrid. Ruta libertadora de la columna Castejón. 1937.



Varela tras tomar la ciudad en septiembre de 1936.

En el siguiente vídeo aparece el presidente Largo Caballero en el Paseo del Miradero junto al general Asensio.